viernes, 27 de noviembre de 2009

PLANTAS DE EXTERIOR




Se trata de un género compuesto por más de 250 especies diferentes, entre las que destacan por su popularidad el Dianthus barbatus, el caryophyllus, el chinensis o el deltoides.

En función de la especie puede ser anual (sólo viven un año) o vivaz (duran varios años). De base leñosa, sus tallos que pueden alcanzar los 90 cm.

Sus hojas son de carácter perenne, lineares, blandas y planas, con base envainadora.

Puede presentar tres tipos de flores en función de su tamaño: la 'standard' o 'uniflora', más grande, y las 'mini' o 'spray', conocidas en España como 'clavelina' y 'micro'.

Floración: los continuos cruces que se han ido realizando entre las distintas variedades han hecho que, hoy por hoy, la mayoría de los claveles tengan una floración continua, siempre y cuando la temperatura no baje de los 10º C. Los colores más comunes son el rosa, el blanco y el rojo. Nacen en grupos de una a cinco flores, con pétalos dentados y cáliz con dientes triangulares.
Cuidados

Riego: el clavel necesita riegos constantes pero en cantidades moderadas, ya que podemos llegar a pudrir sus tallos. En primavera y verano, lo haremos diariamente.

Luz: a pleno sol, es una planta que necesita mucha luz para desarrollar flores grandes y vigorosas.

Tipo de suelo: se recomienda que sea poroso y rico, con un buen drenaje. Además, la mayoría de las especies requieren tierras calcáreas.

Abonado: en este apartado, el clavel es una planta que necesita un importante aporte de nutrientes. Durante los meses de calor, aplicaremos una dosis de abono una vez por semana. El resto del año, basta con hacerlo de forma mensual.

Multiplicación:se realiza a través de esquejes bien entrada la primavera. En el caso de las bienales, el cultivo comenzará a principios de verano. Si hemos de realizar trasplantes, el momento más adecuado será en otoño. También es posible reproducirla mediante semillas en primavera; suelen germinar a las tres semanas.

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